LAGRIMONES POR CARMEN AMAYA
Por Chalaura. Fotos de Ruben Rivas. 12/07/2013
Con una música barroca para presentar la entrada (renacentista) de los gitanos en España, comenzó el espectáculo “Con Carmen Amaya en la Memoria”, homenaje a la mítica bailaora del Somorrostro barcelonés que este martes se escenificó en Sabatini. Ya hacen cien los años que pasan desde que se dejó ver por allí por primera vez.
Habíamos superado el primer tercio, “Los Orígenes”, con los cantes a palo seco de las jóvenes voces gitanas que rayaron a gran altura y los bailes seguiriyeros de las tres enormes figuras que se dieron cita; cuando empezó a llover. Gotas, goterones, aguacero…sabíamos que sería pasajero, pero un bajón al fin y al cabo.
Las lágrimas por Carmen que bajaron del cielo hicieron ecuador en un espectáculo de marcado acento gitano y decibelio alto, como por otro lado debió de ser la vida y la obra de una artista que, nos cuentan, nació y murió con las botas, la flamencura y la garra puestas.
“El Legado” y “Carmen y su Tiempo” completaron una pieza amena, que se supo recuperar del inicio atronador y descompuesto para llevar en volandas el espíritu de quien llevó el baile hasta esos rincones de la sangre que decía Federico.
Mucha fuerza en tres bailaoras que, de por sí, la llevan también en las venas. A veces exacerbando el filón evocador se pasó la cosa de histriónica. Pero Carmen Amaya era mucha Carmen y quizá el turbo desde el inicio era lo más adecuado.
Sea como fuere se resolvió un homenaje que merece un rodaje por toda España y mayores entradas de público.